Rebelión en la granja

Hace unos días he recibido un correo semi-anónimo. Digo ésto porque no está firmado, y no sé quién lo manda; sólo consta una dirección de e-mail, y como debo de ser muy tiquis miquis, me ha molestado un poco la invasión de mi privacidad por un desconocido. En ese correo se me reenvía una carta escrita por un profesor de Moaña, invitándome a protestar «contra el Plan Abalar».

Aparte de la torpeza del remitente del e-mail al no identificarse (normas básicas de educación, ya sabéis) la carta me ha hecho pensar y me ha dejado dudando. ¿Me adhiero, no me adhiero? (en plan pegamento)...

En este blog se hace crítica sobre el Proxecto Abalar. Las sensaciones hasta ahora no son buenas. Hay mucha, mucha improvisación. Curiosamente, se supone que, durante el pasado curso 2009-2010, se iban a desarrollar experiencias piloto en varios centros gallegos para detectar y corregir fallos. Pues bien, parece que esas experiencias no han aportado nada, porque la impresión general que hay ahora mismo es de que estamos aún en esa fase piloto, y nosotros somos los conejillos de Indias. Queda mucho por hacer. Casi todo.

Dicho ésto, no estoy de acuerdo con el planteamiento de la protesta, porque creo que es cerrarse en banda, y tampoco se trata de eso. De hecho, se pide atrasar un curso el proyecto, y contiene alguna ocurrencia como la siguiente (cito): «É penoso que nin o sistema operativo nin ningunha aplicación dos equipos mercados e distribuídos pola Xunta de Galicia para os centros educativos dela dependentes, non se poidan utilizar en galego!». Como se enteren os de Ubuntu de que non se pode utilizar o galego...

El final es apoteósico. Perdón, pero tengo que reproducirlo (léase con voz engolada, que mola más): «Non pedimos diñeiro, pedimos respecto e seriedade; as novas xeracións de galegos e galegas esíxennolo.» Aquí, de fondo, iría bien Wagner.

Puede leerse y firmarse la petición pública en este enlace. A día de hoy, una semana después de recibir el correo, llevan 216 adhesiones. Yo no firmo. Que tengan suerte.